La marihuana no es benigna, aseguran expertos en la salud infantil

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) insta a los médicos a proteger a los niños de los daños de la marihuana, a medida que el país se hace cada vez más tolerante con el uso de la droga.

«La marihuana no es una droga benigna, sobre todo para los adolescentes. Sus cerebros siguen desarrollándose, y la marihuana puede provocar cambios anómalos y malsanos», advirtió en un comunicado de prensa de la AAP el Dr. Seth Ammerman, uno de los autores del nuevo informe de la academia.

Los autores dijeron que el informe intenta refutar cualquier percepción de que la marihuana es segura, ahora que 29 estados y Washington, D.C., permiten su utilización con propósitos médicos, recreativos o de ambos tipos.

El uso regular de marihuana en los niños podría contribuir a la adicción, la depresión, la psicosis, problemas pulmonares, problemas de la memoria y de la atención, y a la conducción bajo la influencia de la droga, enfatizó la AAP.

Los autores del informe anotaron que la investigación sugiere que la marihuana moderna es más potente que hace 20 años. Señalan que esto hace que sea más probable que haya sobredosis y adicción.

La AAP recomienda que los médicos insten a los pacientes a no usar marihuana cerca de los niños.

«Los padres que consumen marihuana quizá no se den cuenta del todo del efecto que esto puede tener para sus hijos», planteó la Dra. Sheryl Ryan, autora líder del informe y presidenta del Comité sobre el Uso de Sustancias y Prevención.

«Ver a los padres consumir marihuana hace que sea más probable que los niños la usen, independientemente de que los padres les digan que no, porque una acción vale por mil palabras», dijo.

Ryan también advirtió sobre el potencial de exponer a los niños al humo de segunda mano, o si comen productos comestibles, de intoxicarlos accidentalmente. Y los padres drogados quizá no sean capaces de mantener seguros a sus hijos, comentó.

La academia recomienda que los pediatras evalúen el abuso de sustancias en los adolescentes y preadolescentes. Si encuentran que los niños usan drogas, los médicos deben sugerir opciones de tratamiento.

El informe aparece en la edición en línea del 27 de febrero de la revista Pediatrics.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTE: American Academy of Pediatrics, news release, Feb. 27, 2017

Los jugos de verduras y el aceite de coco tienen sus inconvenientes, y los alimentos sin gluten plantean poca diferencia para los que no tienen sensibilidad al mismo, según un estudio.

Los regímenes de jugos («juicing») podrían ser una moda de salud popular, pero las evidencias sugieren que en realidad podrían ser perjudiciales para una buena dieta.

Y lo mismo sucede con respecto al aceite de coco, que está cargado de grasas saturadas, pero que ha emergido como la última moda dietética en Estados Unidos.

Y una dieta sin gluten probablemente tenga pocos efectos positivos para la salud para las personas que no tienen sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca.

Estas conclusiones son parte de una nueva revisión de las últimas evidencias científicas sobre los alimentos y la nutrición que se realizó para arrojar algo de luz sobre las últimas modas dietéticas.

«Hay una confusión generalizada con respecto a la nutrición. Cada día alguien dice que algo es bueno, y entonces al día siguiente dicen que es malo», señaló el autor principal de la revisión, el Dr. Andrew Freeman, copresidente del Grupo de Trabajo sobre el Estilo de Vida y la Nutrición del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology).

«Nuestro propósito era hacer todo lo que pudiéramos para dar a los profesionales clínicos las herramientas que necesitan para ayudar a sus pacientes», dijo Freeman, que también es director de prevención cardiovascular y bienestar en National Jewish Health, en Denver.

Freeman y sus colaboradores revisaron las evidencias médicas relacionadas con unos patrones de alimentación saludables y con las modas dietéticas específicas que en la actualidad son populares en Estados Unidos.

Concluyeron que:

  • Los regímenes de jugos podrían mejorar la absorción de algunos nutrientes de plantas, pero también dejan fuera una gran cantidad de fibra y nutrientes presentes en las frutas y las verduras enteras. Exprimir las frutas o verduras frescas hace que salga su jugo, lo que produce un líquido que contiene la mayor parte de las vitaminas, minerales y sustancias que hay en la fruta entera. Pero las frutas y las verduras enteras tienen una fibra valiosa que se elimina en la mayoría de los jugos.

Las personas que toman jugos tienden a beber calorías más concentradas sin sentirse tan llenas después. «Se está perdiendo la mayoría de los nutrientes, se está perdiendo la fibra, y las investigaciones han mostrado que cuando bebe calorías no sacian tanto como cuando las mastica», dijo la Dra. Alice Lichtenstein, directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular en la Universidad de Tufts, en Boston.

  • Del mismo modo, los complementos dietéticos con altas dosis de antioxidantes no parecen ser más beneficiosos para las personas que simplemente comer alimentos ricos en antioxidantes. «Cada vez que extraemos cosas de las plantes, normalmente no obtenemos el mismo beneficio, o en ocasiones obtenemos algo no beneficioso, sino peligroso», advirtió Freeman. «Si usted come una dieta bien equilibrada, los complementos de vitaminas normalmente no se requieren».
  • El aceite de coco es una moda de alimentación saludable reciente, pero el coco está lleno de forma natural de grasas saturadas no saludables, señalaron Freeman y Lichtenstein. Las personas harían mejor si usaran aceites de oliva y vegetales al cocinar, dado que contienen grasas no saturadas saludables. «Todo el mundo está comprando frascos y más frascos de aceite de coco, y simplemente no existen datos que lo respalden», dijo Freeman.
  • Una dieta sin gluten puede ayudar a las personas con sensibilidad al gluten o que sean celíacas, pero no beneficia a las personas con un buen estado de salud que pueden digerir granos sin ningún efecto secundario. Los granos integrales en realidad pueden ser más saludables para las personas que las alternativas sin gluten que son más ricas en carbohidratos procesados, indicó Freeman.
  • Los huevos pueden aumentar los niveles de colesterol de una persona, aunque no tanto como se pensaba anteriormente, dijo Lichtenstein. Uno o dos huevos al día probablemente tendrían un efecto pequeño para la mayoría de las personas que no estén en riesgo de problemas cardiacos o de colesterol alto. «Cuando se empieza a superar esa cantidad, sobre todo en personas con un riesgo alto, podría ser problemático», dijo. Las grasas saturadas encontradas en la carne y los productos lácteos suponen un peligro mayor para los niveles de colesterol, indicó Lichtenstein.

En general, las personas estarían mejor con una dieta que se base predominantemente en plantas y que enfatice la ingesta de alimentos enteros no procesados, concluyó Freeman.

«Yo diría que todas las verduras y frutas con colores brillantes son fuentes de nutrientes ricos en antioxidantes», añadió Freeman.

El nuevo estudio aparece en la edición del 27 de febrero de la revista Journal of the American College of Cardiology.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTES: Andrew Freeman, M.D., co-chair, American College of Cardiology’s Lifestyle and Nutrition Work Group, and director, cardiovascular prevention and wellness, National Jewish Health, Denver; Alice Lichtenstein, M.D., D.Sc., professor, nutrition science and policy, and director, Cardiovascular Nutrition Laboratory, Tufts University, Boston; Feb. 27, 2017, Journal of the American College of Cardiology

Ambas son metas saludables, pero volverse activo podría ofrecer incluso más beneficios, encuentra un estudio

Los adultos mayores que deseen mejorar la salud de su corazón quizá deban enfocarse primero en el ejercicio, sugiere un nuevo estudio.

La investigación encontró que volverse activo podría hacer más por la salud cardiovascular en los adultos mayores que perder peso.

«Cualquier actividad física es positiva para la salud cardiovascular, y en las personas mayores de todos los pesos, caminar, ir en bicicleta y hacer las tareas del hogar son buenas formas de seguir moviéndose», planteó la autora del estudio, la Dra. Klodian Dhana, en un comunicado de prensa de la revista European Journal of Preventive Cardiology. Los hallazgos aparecen en la edición del 1 de marzo de la revista.

En el estudio, el equipo de Dhana siguió los resultados de más de 5,300 personas durante 15 años. Los participantes tenían entre 55 y 97 años de edad, y estaban libres de enfermedades cardiacas al inicio del estudio.

Durante el seguimiento de 15 años, un 16 por ciento de los participantes desarrollaron problemas del corazón.

En ese grupo de personas mayores, los investigadores no encontraron un vínculo entre el índice de masa corporal (IMC) independiente y la enfermedad cardiaca. El IMC es un estimado de la grasa corporal basado en el peso y la estatura: mientras más alto es el número, más grasa hay.

Pero el estudio sí encontró que la actividad física se vinculaba con un riesgo más bajo de enfermedad cardiaca, independientemente del IMC de la persona.

«El sobrepeso y la obesidad se asocian con un riesgo más alto de enfermedad cardiovascular y se recomienda perder peso», dijo Dhana, investigadora postdoctoral en el Centro Médico de la Universidad de Erasmus en Róterdam, Países Bajos.

Pero «en las personas mayores es ligeramente distinto porque la pérdida de peso, sobre todo la no intencional, se asocia con la pérdida muscular y la muerte», explicaron los investigadores.

Dijo que los autores del estudio no refutan la idea de que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo cardiaco en la población general.

Pero «nuestros resultados muestran que la actividad física tiene un rol esencial en la salud de las personas entre la mediana edad y la vejez», señaló Dhana. «Los que tienen sobrepeso y son obesos sin una actividad física adecuada tienen un riesgo más alto de desarrollar una enfermedad cardiovascular».

Las directrices de los expertos recomiendan actualmente 150 minutos por semana de actividad física moderada para reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, comentó.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTE: European Journal of Preventive Cardiology, news release, March 1, 2017